Proverbios 18:10 "Torre Fuerte es el nombre del Señor, a ella correrán los justos y se pondrán a salvo"

miércoles, 15 de agosto de 2007

¿Qué Haces Aquí?

Allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Llegó a él palabra de Jehová, el cual le dijo:
—¿Qué haces aquí, Elías?
1 Reyes 19:9

Me siento bastante familiarizado con Elías en esta parte de la Escritura donde una mujer, Jezabel, lo está persiguiendo. Jezabel era una reina inclinada a otros dioses y esposa del rey Acab. Elías tiene que huir porque ella lo amenaza de muerte y debido a esto cae en una gran depresión.

En 1 Reyes 9:9 Elías se refugia en una cueva del monte Horeb y ahí toma la decisión de ocultarse. Uno de los primeros síntomas de la depresión es el aislamiento. Lo cual dista de ser una solución, por el contrario, la soledad hace pensar a una persona con problemas, cosas inadecuadas y erróneas.

Una cueva es un lugar sombrío. Estando en esa situación, llega Dios y le pregunta: “¿Qué haces aquí, Elías?”, no tanto como para averiguar sino queriendo decir: “Este no es tu lugar.”

Elías había perdido la confianza en Dios (o no estaría huyendo de Jezabel) lo cual no deja de sorprender, porque en un pasaje anterior había sido testigo del poder de Dios y había colaborado en la eliminación de los sacerdotes de Baal.

Al contestar a la pregunta, Elías manifiesta que todo lo que ha hecho hasta el momento ha sido en vano. Elías estaba sintiendo el fracaso.

Él respondió:
—He sentido un vivo celo por Jehová, Dios de los ejércitos, porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares y han matado a espada a tus profetas. Solo yo he quedado y me buscan para quitarme la vida.
1 Reyes 19:10

La primera lección que debemos aprender de este pasaje es que debemos ser fieles aunque no veamos resultados. Reflexionemos sobre esto: ¿Nos hemos mantenido fieles a pesar de que los resultados no han sido como los esperábamos?

El ejemplo de Elías nos muestra que debemos perseverar. La situación de Elías parecía sin remedio: A pesar de la demostración frente a los sacerdotes de Baal, el pueblo no se volvía al Dios verdadero. ¿Qué podía hacer un hombre contra miles?

La mayor parte de nuestros problemas tienen que ver con gente y normalmente llega un punto en el que decimos: “¡Ya basta!”

Jehová le dijo:
—Sal fuera y ponte en el monte delante de Jehová.
En ese momento pasaba Jehová, y un viento grande y poderoso rompía los montes y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Tras el viento hubo un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto. Tras el terremoto hubo un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego se escuchó un silbo apacible y delicado..
1 Reyes 19.11-12

Elías no necesitaba un ejército para destronar a Jezabel, o unas vacaciones, o una novia, o un mejor empleo, etc. Lo que necesitaba era plantarse frente a Dios. Elías ya conocía a Dios y sin embargo había fallado en asistir a su presencia. Y esa es la gran lección: muchas cosas que necesitamos, sólo podemos encontrarlas en la presencia de Dios.

Elías observa un gran viento, un terremoto y un gran fuego, pero Dios “no estaba" ahí, con lo que entendió que Dios no necesariamente utilizará las manifestaciones poderosas, el bombo y platillo. Dios le quería mostrar a Elías que continuara con su sencillo trabajo de cada día, sin esperar los grandes milagros.

Ciertamente no se trata de que Dios nos saque de un trabajo aburrido y mal remunerado, sino de estar en la presencia de Dios en ese trabajo. Recordemos que Dios siempre tiene una respuesta, aunque muchas veces no sea la que esperamos, pero es quizás porque Dios desea fortalecernos y hacernos crecer.

2 comentarios:

Carlos Julio dijo...

Saludos hermano

Buen análisis y reflexión.

¿Cuántas veces nos sentimos así?

Pero el Señor nos aguarda con los brazos abiertos para volver al camino correcto y de su agrado.

Bendiciones desde Ecuador

Carlos Julio

Anónimo dijo...

Si hermano como decia que igual como Elias queremos buscar a Dios en las manifestaciones que en su plena y apacible presencia.